Nos vemos en Elorza, el 18 de marzo, no se les olvide, hasta la próxima... cuatro frases, 15 palabras, fueron las útimas, fue la despedida ante su público, ante el último publico que lo viera en vida.
Eran las seis y treinta de la mañana del lunes 19 de febrero en el amanecer llanero de la trigésima quinta versión de las fiestas de la Trinidad de Orichuna...Carlos Guevara, como era costumbre, irradiaba energía, pese a haber cantado durante mas de una hora al aclarar el día. Vestido de vino tinto irradiaba alegría y vida... los parranderos que amanecieron con él, que corearon todas sus canciones, que le pidieron repetir una y otra, ya se habían programado para volver a presenciar su show en las fiestas de Elorza en un mes exactamente, igual que habían compartido con él, hacía escasos ocho días en la población de Palmarito...
Era la rutina que se repetía una y otra vez en cada presentación del negro macizo de cantar alegre y agudo, sonoro y criollo, recio y diferente, fuerte y sentimental, era la rutina que se repetía con cada puesta en tarima del último cantaclaro...
No por menos, Carlos Guevara era considerado el mejor cantante llanero del momento en el llano colombovenezolano, artista obligado en todas las ferias y fiestas de los estados llaneros de la tierra de Bolívar...
Claro está que el estar en el primer lugar de este jilguero que Nació el 4 de mayo de 1973 en la población de Achaguas, no cayó por obra y gracia del espíritu santo, pues para ello hizo toda la carrera completa, empezando en 1987 cuando contaba 14 años, y graduándose en el 2000 después de obtener el primer lugar en 78 festivales a lo largo del llano de Colombia y Venezuela...
Su sencillez, su humildad, hacían de Carlos Guevara un verdadero representante de la estirpe llanera, porque llanero que se respete es huidle y es sencillo, ya que por fortuna la fama no se le había subido a la cabeza como suele suceder con algunos cantantes que pegan una canción, logran su cuarto de hora, y creen que ya lo lograron todo... el negro grande, era igualito que hace 10 años cuando comenzó a irrumpir en las emisoras de venezuela y Colombia con su segundo trabajo discográfico donde La Potra que me Tumbó fue el tema mas sonado, de hecho quienes no lo conocían, le decían el de la potra que me tumbó... claro está, en ese entonces era un completo desconocido para los melómanos del llano, más no para los festivaleros que se cansaron de verlo ganar en cuanto festival participó, solo por recordar algunos, el Silbón, la Panoja de Oro, El Florentino de oro, El Alma Llanera, y en Colombia, el Cimarrón de oro en dos ocasiones...Ocasionalmente participaba como invitado especial, y fue justamente a comienzos del 2005, en un festival cualquiera, cuando interpretó la canción Prisionero de tus Besos, que fue grabado en vivo por un pirata de la música llanera... cómo anécdota, Guevara contaba que gracias a ese pirata, su música se puso a sonar en toda Venezuela, hasta el punto que sus dos últimos trabajos musicales se convirtieron en compra obligada de los 4 trabajos originales que pudo grabar.
Su historia musical la comprende el primer trabajo titulado la Tristeza de un Poeta en 1995. En 1997 graba su segundo larga duración donde incluyo la Potra que me tumbó. En el 2000 graba el tercer disco Mi Compromiso donde incluye Prisionero de tus Besos, Sin ti no Valgo Nada, Mi Luna y mi Sol, otra de las canciones que se convirtieron en un himno para jóvenes y viejos. En el 2006 graba su cuarto y último trabajo, Remembrazas de mi vida, título que hoy cuando ya no está cobra relevancia por lo que significa.
Su voz clara sin igual, le mereció el mote del Cantaclaro, mención de la que se sentía orgulloso y que plasmo en su canción El Último Cantaclaro, donde hace un homenaje a los cantaclaros de Venezuela y Colombia, destacando para los colombianos a Carlos Rico, su amigo intrañable.
Capítulo aparte merece en la vida de Carlos Guevara, el cantautor Alfredo Parra, la pluma diamantina, quien se constituyó en su mejor amigo, quien le recibió el micrófono en ese último amanecer de la Trinidad de Orichuna, y con quien en los últimos cinco años realizaba sagradamente un espectáculo llanero el 29 de diciembre en Achaguas, la tierra que lo vio nacer y en la que se originó el camino de su partida.
La magnitud del entierro de Carlos Guevara, y el último adiós que le tributaron grandes como Reynaldo Armas, Jorge Guerrero, Cristóbal Jiménez, Dionisio Garrido y Alfredo Parra entre otros, demostraron lo grande que llego a ser en tan corto tiempo, el Festivalero de Achaguas, quien muere el 23 de febrero pasado, tras cuatro días de aferrarse a la vida como nadie, para no morir tras el aparatoso accidente ocurrido el lunes 19 entre Achaguas y San Fernando, y poder seguir regalándole las mejores canciones al pueblo llanero.
Hace algunos meses, cuando nadie se imaginaba siquiera la suerte que una fecha de carnaval le tenia preparada a Guevara, Wanda Botello escribió en la página Coplas del Llano.net: "esperamos que Carlos no baje la horqueta, nos siga cantando joropos y pasajes, junto al sonar del cordaje, que siempre tenga el coraje, que nunca se les escape la musa y nos deleite con sus cantares". Para Wanda y para el llano de Colombia y Venezuela, lamento decirles que tal vez en este deseo, el último cantaclaro no nos pudo cumplir. Ya no nos seguirá deleitando con sus cantares, con su voz clara y altanera. Ya se marchó con su música a otra parte...a una mejor parte para su alma, pero triste para el folclor que el pasado 23 de febrero perdió a una de sus más grandes promesas.
Hoy Carlos Guevara, estará festivaleando pero no como solista, sino como parte de un coro celestial. Que dios te bendiga y te de toda la paz, amigo Carlos Guevara.