Lo que menos yo creí,
es que volvieras a mí,
ya empezaba a resignarme.
Esto no quiere decir,
que no deseará el momento;
sólo que ya no esperaba
que fueras a perdonarme.
Tuve tiempo de admitir
mis errores y sentí
al reconocerlos pena.
Por qué fui a corresponder
a tu nobleza y querer,
a ese tu amor consagrado
con amargura y desdeña.
Quise salir a buscarte,
de tu rumbo no había seña,
sabía que solo un milagro
podría disipar la huella,
que había dejado en tu alma
la última injusta querella.
Fueron mis malditos celos
el causal de la tragedia.
Ya no pasará otra vez,
gracias al cielo mujer
que llegaste en día domingo.
Mañana lunes habrá
nuevo amor, nueva amistad.
nuevamente nacerá
el sueño de un primer hijo.
Sé lo grande de tu amor,
vuelve a quererme igualmente
con las ansias de un principio.
Yo a cambio me comprometo
dedicarme a ti completo,
porque tu felicidad
es algo más que te adeudo.
Te cuento, la yegua negra
parió una potra saeta,
los árboles que sembramos
tienen ya más de una horqueta,
recuerda ese pajarillo
que atrapamos en la cerca.
Muy feliz se ha de poner
una vez que lo consientas.
Ya nuestro rancho se ve,
el perro viene en carrera...
En día domingo
Guido Santiago